Durante este mes de febrero 2022 el Sol ha estado muy activo, mientras nos aproximamos al máximo solar que desencadenara fuertes tormentas con grandes consecuencias para nuestro planeta.
En los últimos días el Sol ha apreciado una actividad inusual que ha formado la expulsión de plasma a una velocidad alta por el espacio. Uno de los acontecimientos recientes más importantes sucedió el pasado 15 de febrero fue cuando el Sol presento una fuerte llamarada solar, haciendo una especie de estallido desde el otro extremo del Sol y la cual fue considerada como “llamarada solar clase X”, siendo esta la más poderosa de todos los tiempos que el Sol ha sido estudiado.
Debido a la ubicación de este estallido la Tierra no se vio alterada de forma directa. Aunque, los científicos no esperan que esta actividad acabe en los próximos meses, por lo que nuestro planeta se encuentra en riesgos serios.
Según la opinión de la ESA (Agencia Espacial Europea), “el relieve observado por Solar Orbiter es considerado como el mayor evento de este tipo nunca capturado en un único campo de visión junto con el aro solar, lo que abre nuevos eventos para ver cómo eventos como estos se enlazan con el aro solar por primera vez”.
¿Qué consecuencias podría traer a la Tierra?
Si una actividad de esta magnitud en el futuro llegara a golpear a la Tierra, podría generar una fuerte tormenta geomagnética.
Considerando que en 2024 estaremos en el “máximo solar”, es decir, la fase en la que el sol podría generar más actividad en una fase que sucede cada once años. En cada fase sus polos magnéticos del lado norte y sur suelen cambiar de lugar.
Cuando alcance el “máximo solar” se podrán generar tormentas solares demasiado extremas. La radiación ultravioleta y los rayos “X” llegarían a grados extremos y que llegarían a la Tierra a una velocidad tan rápida como la velocidad de la luz, ionizando las capas de la atmósfera y generando fallas de navegación GPS 4 e interrupciones de las frecuencias de radio a su paso, así como la caída absoluta del internet, un suceso al que no estamos preparados.
Es importante indicar que estos eventos son parte de la actividad normal que genera el Sol, y es algo que los observadores vigilan diariamente pero en los últimos años se ha apreciado con mayor eficacia. Por eso hay que estar preparado para cualquier evento inusual en los próximos años.