El compromiso de una comunidad se fundamenta en la idea democrática de que todos los que se ven afectados por un inconveniente que afecta a su comunidad deben tener voz en la toma de decisiones. Asimismo, tiene la promesa de que la participación pública consigue influir en las decisiones que afectan la prestación de servicios, las posiciones futuras y la sostenibilidad de una comunidad.
Sin embargo no existe una definición frecuentemente acordada para la participación comunitaria y el uso de la expresión varía generosamente (compartir las nociones de consulta, participación, asistencia y empoderamiento), la participación comunitaria atrae su significado en la toma de decisiones recíproca. Las personas, los gobiernos y las sociedades trabajan en colaboración para generar y realizar, visiones sostenibles para el futuro de su sociedad.
Es hacer oír a la comunidad
Para los gobiernos y las organizaciones, se fundamenta de trabajar y oír a las comunidades para construir relaciones a largo plazo y desplegar soluciones significativas para inconvenientes complejos.
Al profundizar estas relaciones, noblemente, el valor de la introducción es central, donde las entidades gubernamentales generan un diálogo con la diversidad misma de sus comunidades.
Fomenta a la realización de proyectos comunitarios
Al reconocer las necesidades y deseos de todos los participantes, la participación de la comunidad origina la idea de que, mediante las interacciones intencionales entre las organizaciones gubernamentales y comunidades, los integrantes de la comunidad pueden, y lo hacen, influir en la enunciación de políticas. Es decir, el ofrecimiento de participación comunitaria es implicar a la comunidad en la toma de mejores decisiones que sean públicas.
De este modo una orientación hacia la importancia de la práctica vivida de los integrantes de la comunidad para influir en las interacciones entre las distribuciones gubernamentales y las comunidades, como un punto de vista que guía el procedimiento de esas interacciones.
La responsabilidad comunitaria busca implicar a la comunidad para lograr efectos sostenibles, procesos de toma de decisiones imparciales y profundizar las relaciones y la confianza entre las colocaciones gubernamentales y las comunidades.
En ocasiones intercambiable con la participación ciudadana, la responsabilidad de la comunidad difiere especialmente en los roles divergentes que juegan los integrantes de la comunidad y los tomadores de decisiones públicas. La participación de la sociedad requiere interacciones deliberados entre las comunidades y los ocupantes de decisiones públicas, mientras que la intervención ciudadana es congregada por y para los ciudadanos y grupos comunitarios.
La participación pública, tiene en cuenta la gama total de actividades que las personas emprenden para dar forma a las consecuencias de las políticas, desde las gobernadas por los ciudadanos hasta las castigadas por el estado.