El pasado 13 de abril la popular frase «Houston, tenemos un problema» arribo a sus 52 años, esto se dio cuando el Apolo 13 sufría una fuerte explosión haciendo que la misión fuera toda una odisea espacial marcando la historia del mundo.
Apolo 13 como sabemos fue la séptima tripulación del programa Apolo de la NASA y la tercera predestinada a planear en la Luna.
Solio ser un 13 de abril de 1970 cuando el Apolo 13 de la NASA sufrió una fuerte explosión durante su viaje de ida a la Luna, que acabó siendo una real odisea en pleno espacio. Para dar aviso a la sede de operaciones, Jack Swigert astronauta lanzó una frase que marco la historia espacial: «Houston, tenemos un problema».
Apolo 13 fue uno de los programas especiales del Apolo de la NASA y se predestinaba que era la tercera en aterrizar en la Luna. La nave salió desde la Sede espacial John F. Kennedy el 11 de abril del año 1970, pero tuvo que interrumpirse el alunizaje debido a una fuerte explosión en un tanque de oxígeno y que le dio origen a una popularísima frase en el mundo cinematográfico y las series.
Con solo dos días del despegue, a las 21.08, Jack Swigert tripúlate de la nave se puso en contacto con el centro de control en Houston para emitir la popular frase, justo después de que la luz de advertencia diera luz roja en el panel de control de la nave espacial indicando que un grave problema sucedía, la cual vino acompañada de un fuerte estallido, que resultó ser el estallido de los tanques de oxígeno. En las imágenes que se divulgaron se pueden ver los daños, observados tras el deslizamiento del módulo de mando.
Desde el centro de Houston, contestó «Aquí Houston. Repita, por favor». Inmediatamente, Jim Lovell, el comandante de la misión, repitió. «Eh, Houston, tenemos un problema». «Tenemos un declive de tensión en BUS PRINCIPAL B«, agrego. «Entendido, el declive de tensión en el BUS PRINCIPAL B», se contesto desde la Tierra. «Bueno, esperen A, Trece, estamos revisándolo», se añadió.
En pocos minutos el panel seguía anunciando una gran cantidad de luces de advertencia, indicando la pérdida de dos de las 3 fuentes principales generadoras de energía.
Tripulantes vivos
Como consecuencia, la NASA se vio obligada a abandonar sus intensiones de realizar el tercer alunizaje a la Luna tripulado. Los tanques que suministraban un soporte vital a los tripulante quedo destruido, por lo que el nuevo desafío consistió en hacerlo llegar sanos y salvos a la Tierra.
La desilusión de la misión lunar acabó siendo un éxito de la historia espacial al poder lograr que los tres astronautas llegaran vivos a la Tierra.