La inteligencia artificial del ejército brasileño llamada Max cumplió un año de funcionamiento a principios de marzo y, después de mejoras, está ahora «integrando» el personal profesional del ejército nacional.
Max es un chatbot, es decir, un robot virtual que elimina automáticamente las dudas en las plataformas de comunicación digital, como Facebook Messenger.
Al principio del proyecto, Max sólo pudo responder a 81 tipos de interacciones relacionadas con la incorporación al ejército brasileño. Hoy en día, puede responder a 230 tipos de diálogos diferentes. Como resultado, Max también comenzó a responder preguntas sobre el sistema de salud del Ejército.
Las respuestas se ofrecen en menos de 10 segundos después de las preguntas de los usuarios de Internet y la tasa de asertividad se encuentra actualmente en el 70%, un número que es un 10% más alto que el prometido al inicio del proyecto en marzo de 2019.
Con esto, Max ha sido contratado para otro año de operación y, debido a esto, el Centro de Comunicación Social del Ejército creará un nuevo avatar para representarlo en los medios de comunicación social, así como una nueva estructura de conversación que tiene como objetivo acercar las interacciones a la comunicación natural humana. Si todo va bien, el soldado Max puede incluso ser ascendido a cabo, bromea el ejército brasileño, en una declaración oficial.
La comprensión del lenguaje natural de los chatbots es uno de los tres pilares de la inteligencia artificial, junto con la visión computarizada y el análisis de datos. La intención es permitir la interacción con las personas 24 horas al día, siete días a la semana, pero sin dejar de lado la fluidez y la velocidad de la comunicación. Adoptada en todo el mundo, los ingresos globales de la industria de los chatbots aumentarán de 2.600 millones de dólares en 2019 a 9.400 millones de dólares en 2024, según una previsión de la consultora americana MarketsAndMarkets.
Una encuesta global de la empresa consultora estadounidense Gartner identificó que cada servicio humano (por teléfono, chat en línea o correo electrónico) cuesta, en promedio, 8 dólares por contacto. Los canales de autoservicio para sitios web y aplicaciones cuestan 10 centavos por interacción, una reducción del 99%. Debido a esto, no sólo el ejército brasileño, sino varias empresas de todo el mundo adoptan los robots de servicio. Aun así, el sector público nacional sigue estando a la zaga -a pesar de algunas iniciativas escasas- en esta tendencia que mejora no sólo los costos, sino también la calidad del servicio al ciudadano.