Las nebulosas siguen causando grandes impresiones tanto en los científicos, como en todos los observadores. Estas concentraciones de gas crean espectáculos que son maravillosos a la vista. Por eso, al igual que otros aspectos del universo, también son considerados como una maravilla. Y aquí te describimos algunas de sus características destacadas.
La definición de las nebulosas
Las nebulosas son fenómenos únicos, basados en procesos específicos, tales como la unión de gas y polvo debido a la gravedad. Y son definidas como nubes de gran tamaño que se forman por gases, como el helio y el hidrógeno. Estas se producen además, en el medio interestelar y tienen una densidad bastante baja, de 0.1 átomo por centímetro cúbico.
Las nebulosas y los tipos que hay
La NASA ha logrado separar en 3 distintos grupos a las nebulosas que se forman en el espacio interestelar. Cada una tiene un aspecto característico que la hace única, y sobre todo, muy impactante. Desde presentar colores hermosos, hasta simplemente reflejar un grado de oscuridad. Por eso, a continuación, te describimos estos 3 interesantes tipos.
Nebulosas oscuras
Como su nombre lo indica son nebulosas de apariencia oscura, por lo que ni tienen brillo ni emiten algún tipo de luz. Debido a esto, no se les asocia con ninguna estrella. No obstante, ellas roban la luz de todo lo que se encuentra detrás de sí. De allí que es fácil identificarlas, porque existe una zona oscura y detrás, se encuentra un fondo de cielo estrellado.
Nebulosas de reflexión
Las nebulosas de reflexión sí pueden reflejar la luz de las estrellas. Esto se debe a que no han sido ionizadas, pero sí permiten que la luz se pueda reflejar a través de ellas, logrando una muestra de brillo. Su apariencia es todo un espectáculo gracias a su llamativo color azulado. Este es su color más destacado, aunque también es posible observarlas en otras formas coloridas.
Nebulosas de emisión
Este grupo de nebulosas es muy llamativo por su aspecto violeta que salta a la vista de forma maravillosa. Este aspecto se debe a la ionización que se produce como resultado de la radiación intensa de las estrellas. En este proceso, se recombinan los átomos y se produce la luz propia de la nebulosa. Al transformar esa energía en luz, este grupo se distingue de los dos anteriores.