Un proyecto de ley que se está discutiendo en el Congreso de los Estados Unidos puede definir los próximos pasos de la NASA en relación con la exploración espacial. La propuesta sugiere un aumento de 2.500 millones de dólares en el presupuesto anual de la Agencia Espacial de los Estados Unidos con el objetivo de financiar el programa Artemis, que pretende devolver a los humanos a la Luna.
En un discurso el pasado lunes 10 de febrero, el administrador de la NASA Jim Bridenstine comentó el proyecto que solicita 25.2 mil millones de dólares para la agencia espacial durante el año fiscal 2021, que comenzó en octubre de este año. El presupuesto es un 12% alto. «Es algo digno de la exploración y el descubrimiento del siglo XXI», dijo Bridenstine.
Para cerrar la cuenta, la propuesta enviada al Congreso de los EE.UU. prevé el cese de algunas inversiones aún vigentes. Entre las medidas se encuentran el cierre de una oficina de educación de la propia NASA, la cancelación de misiones para obtener datos más precisos sobre el cambio climático en la Tierra y para comprobar la calidad de los océanos y el ciclo mundial del carbono.
En años anteriores, el gobierno de EE.UU. incluso ha rechazado algunas propuestas para poner fin a tales programas, sin embargo, esta propuesta esta vez va al gobierno de Donald Trump para su consideración.
Los proyectos de la NASA van encauzados a repetir la misión espacial que estableció a astronautas como Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins ya en 1969, el programa espacial Artemis quiere llevar a los humanos de vuelta a la superficie lunar, incluyendo a la primera mujer.
El viaje está programado para el 2024 – pero aún puede ser pospuesto hasta el 2028 – y esta vez tiene la intención de llevar a un grupo de personas que podrán instalarse en el satélite natural de la Tierra.
Hacerlo, por supuesto, cuesta dinero, en 2020, el programa recibió sólo 600 millones de dólares para el desarrollo de sistemas de aterrizaje en la Luna, por lo que se espera que esta cifra salte a los 3.300 millones de dólares el próximo año fiscal.
No obstante, el presupuesto futuro aún prevé gastar más de 800 millones de dólares en la fabricación de trajes, vehículos, casas y estructuras de generación de energía para ser usados en la Luna.