La langosta es un plato exquisito que debe consumirse muy fresco para evitar intoxicaciones o alergias; por ello son pocos los restaurantes que la incluyen en su menú diario. Aun así, los que si la ofrecen en su servicio gastronómico deben garantizar que su degustación sea fresca, única y especial. Además, generalmente la langosta se acompaña de una copa de vino o un excelente champagne. Ahora bien, cómo degustar una suculenta langosta con glamour, sigue leyendo y lúcete.
Aunque parezca intimidante comer langosta no tiene que ser una pesadilla si posees las herramientas requeridas para su degustación. Y todo restaurante que se exhiba como exclusivo y que ofrezca langosta en su menú; debe poner a tu disposición todos los utensilios requeridos para una experiencia sublime. Así que, no entres en pánico; incluso podrás elegir entre comer tu langosta por partes o descascararla completamente para luego degustarla.
Cómo degustar una suculenta langosta
La carne de la langosta es blanca y tiene una combinación de sabores entre salado y dulce. Normalmente se sirve con pocos aderezos y especies a fin de no opacar el delicado sabor de su exquisita pulpa. Ahora, sigue nuestras sugerencias y conoce cómo degustar una suculenta langosta.
Tenazas
Con tus dedos haciendo presión firme, en una posición bastante alejada de tu ropa y habiendo decidido si comerás su carne por parte o toda junta; dale vuelta a cada tenaza de la langosta hasta desprenderlas. Seguidamente, colócalas en el plato y con la pinza rompe el caparazón de la langosta, luego con el tenedor de pico llega hasta la pulpa y degústala. Echa en el plato adicional el caparazón y limpia tus manos.
Patas y cola
Seguidamente, procede a desprender las patas, quita el caparazón que las cubre y con la pinza llega hasta la carne deliciosa que hay en su interior para saborearla. Continúa con la cola y para ello, jálala hacia ti con suavidad y firmeza, ábrela y disfruta toda esa pulpa.
Cuerpo o caparazón
Ahora, toca el turno al cuerpo o caparazón, haz pequeños cortes sobre este y ve consumiendo la delicada carne de langosta que consigas.
Hígado y huevas
En la langosta encontrarás el tomalley, es decir el hígado de la langosta, es de color gris y a muchos les encanta a otros no tanto. Prueba con cuidado a ver qué tal te sienta y decide si la comes o no.
Otra parte comestible es el coral, que son los huevos rojos de las langostas hembras; aunque son comestibles no a todos encanta, prueba y escoge.
Otras sugerencias para degustar una suculenta langosta
En ocasiones la langosta se adereza con ajo, perejil, mantequilla clarificada, vino blanco, sal y pimienta y se cocina a la parrilla o a la plancha.
En otros lugares la ofrecen de igual forma a la plancha acompañada de ensalada de mango con vinagreta de perejil, que también le va perfectamente en la combinación de texturas, aromas y sabores.
Otros prefieren degustarla con una salsa alioli de aguacate. O quizás aderezada al ajillo y con guindilla.
En ocasiones se exhibe la degustación de langosta con aderezos más exóticos como una delicada vinagreta de guayaba.
Entre las guarniciones favoritas para acompañar una exquisita langosta están las patatas rojas en puré; también pueden servirse enteras salcochadas y sofritas con un poco de panceta y ajo. O tal vez, una cremosa y crujiente ensalada de repollo.
Y te animamos a probar un acompañamiento que va muy bien con una suculenta langosta; el maíz en mazorca.
En fin, lo importante es disfrutar el momento y compartir una ocasión tan especial con tu persona favorita o con quien desees.