La presencia de diferentes bacteriófagos aisladas en el intestino beneficia la función memoria en ratones, mosca y el estudio más reciente en humanos.
Cada vez más investigaciones clínicas y preclínicas involucran al microbioma intestinal como una función clave en la regulación de los procedimientos neurodegenerativos, la variación de la cognición y los diferentes trastornos neurológicos.
La evidencia emergente insinúa que los virus igualmente pueden afectar generosamente el temperamento del huésped y la enfermedad siendo los de tipos bacteriófagos los elementos más masivos del viroma humano. Los bacteriófagos moderados (lisogénicos) logran transferir genes a sus diferentes huéspedes bacterianos, afinando así el término génico bacteriano y cambiando su fenotipo. De hecho, cerca del 80% de los genomas bacterianos hospedan profagos y por lo tanto, logran desempeñar un papel significativo en la configuración de la función y diversidad de bacteriana.
Un estudio liderado por la Academia de Investigación Biomédica de Girona Josep Trueta (IDIBGI) y la Sede de Investigación Biomédica en Red en España, ha encontrado una relación evidente entre la presencia de los caudovirales bacteriófagos en el tacto intestinal y el desarrollo de las diferentes funciones cognitivas en seres humanos, ratones y moscas.
Nuevas evidencias
Para investigarlo, los científicos se concentraron en los Microviridae y los diferentes Caudovirales. Primero estudiaron 114 muestras fecales y después de otros 942, calculando en ambas ocasiones los niveles de los dos bacteriófagos. Igualmente realizaron a cada voluntario diversas pruebas cognitivas y de memoria. Hallando que aquello con los niveles más elevados de caudovirales tendían a conseguir mejores resultados durante las pruebas. En cambio, los voluntarios con elevados niveles de Microviridae tendían a conseguir peores consecuencias en las pruebas.
El trasplante de microbiota por medio de donantes humanos con niveles elevados de Caudovirales determinados (>90% del genero Siphoviridae) llevó a un incremento de las evaluaciones en la prueba de afirmación de objetos nuevos en ratones y a una mejor regulación de los genes tempranos contiguos que estimulan la memoria específicamente en la corteza prefrontal. Seguido de una suplementación sobre la dieta de Drosophila con el conjunto 936 de bacteriófagos Siphoviridae lactococos dando lugar a un incremento de las valoraciones de memoria y la regulación general de los genes cerebrales interrelacionados con esta.
Derivación de diferentes bacterias
Por lo tanto los bacteriófagos deben ser estimados como nuevos representantes en el eje microbioma-cerebro. Los científicos reconocen que su labor no experimenta que los bacteriófagos en el tacto intestinal puedan contar con un impacto sobre las capacidades cognitivas. (Las diferencias en los experimentos podrían haber sido la derivación de diferentes grados de bacterias en el tacto intestinal u otros factores), pero proponen que parece probable.