Vas al gimnasio todos los días, pero aunque entrenas duro no puedes ver resultados… ¿Sabía que puede estar cometiendo simples errores que terminan interfiriendo con sus objetivos, ya sea el fortalecimiento de los músculos, la pérdida de peso o simplemente una vida más saludable?
-
Hacer deporte sin comer una comida sana
Incluso si su objetivo es perder peso, evite correr o ir al gimnasio sin tener algo en el estómago. Comenzar un entrenamiento sin comer adecuadamente es un gran error. La falta de «combustible» hace que tengas una menor capacidad de resistencia y menos rendimiento deportivo, además de quemar menos calorías. Esto no significa comer demasiado.
La idea es tomar las decisiones correctas, en términos de dosis y opciones. Apuesta por alimentos con azúcares naturales, como la lactosa en los productos lácteos, para obtener los carbohidratos y las proteínas que necesitas. Intenta beber Proteína, con 20g de proteína, o comer un vaso de con semillas, frutas o avena, dos excelentes opciones de pre-entrenamiento que te dan la energía necesaria para dar todo en tu entrenamiento.
-
Pasa demasiado tiempo en el gimnasio
Convertirse en una figura omnipresente en el gimnasio no significa que estés apostando por la mejor de las rutinas. Se ha demostrado que la práctica de actividades intensas (como el spinning) durante más de 50 minutos seguidos puede hacer subir de peso. Porque a partir de este objetivo de tiempo, la hormona cortisol aumenta significativamente y las investigaciones recientes indican que los altos niveles de cortisol estimulan la acumulación de grasa, especialmente en el vientre, y la pérdida de masa muscular.
-
Deje de calentar.
Comience por caminar o pedalear lentamente durante 5 a 10 minutos, rotando brazos, hombros y tobillos lentamente, preparando los músculos, tendones y ligamentos. El cuerpo calentado se mueve mejor y produce más fuerza, evitando muchas lesiones.
-
Entrenamiento para el entrenamiento
¿Has decidido empezar a entrenar porque todos en la oficina fueron al gimnasio porque quieres perder peso o perfilar tus glúteos, pero nunca hablaste con un profesional sobre tus necesidades? La verdad es que no deberías prescindir de los consejos de los que realmente entienden el tema. Ningún ejercicio debe entrar o salir del entrenamiento sin un objetivo específico.
Asegúrate de que tus entrenamientos se dirigen a los diversos grupos musculares, incluyendo aquellos con los que más intentas trabajar. Tener el plan de entrenamiento ideal para ti, que tenga en cuenta tu perfil y tus gustos personales, es la mitad del camino para lograr tus objetivos y evitar el desánimo y el abandono.
-
Tener una obsesión por los abdominales perfectos
Es común encontrar hombres y mujeres hablando de la cantidad necesaria de ejercicios abdominales, volumen de repeticiones y variedad de ejercicios, pero la verdad es que los músculos trabajados son siempre los mismos. Entrenar los abdominales e ignorar otras partes del cuerpo como la espalda y el lomo hará que todo se desequilibre, causando dolor de espalda, por ejemplo. Además, aunque los contornos del vientre son más firmes y definidos, la quema de calorías es muy pequeña.
-
Manteniendo su ropa de entrenamiento
Después de una carrera o un entrenamiento intenso hay quienes pasan un tiempo con su ropa sudada. No es así. Quedarse con ropa mojada puede llevar a un resfriado no deseado, pero no sólo. Lo ideal es que tan pronto como termine su entrenamiento, especialmente en los días fríos, se seque con una toalla (si no puede ducharse) y se ponga un suéter y/o una chaqueta seca. Poco después de hacer ejercicio, la temperatura del cuerpo sigue siendo alta y el sistema inmunológico puede ser más vulnerable, es decir, la exposición al frío puede robar algunas calorías importantes que se utilizarían en la recuperación.
-
No reemplace los nutrientes que necesita después del entrenamiento
Si después de un entrenamiento intenso exageras con las bebidas isotónicas, puedes terminar subiendo de peso sin darte cuenta, ya que estas bebidas suelen ser muy ricas en azúcar. Además, no reponen los nutrientes que tu cuerpo necesita.
Ya no es noticia para nadie que es esencial ingerir proteínas en el período posterior al entrenamiento para restaurar la energía, atenuar la pérdida de masa muscular y asegurar la regeneración de los tejidos. Si esa proteína proviene de productos naturales que también proporcionan los nutrientes necesarios después de un entrenamiento, tanto mejor.
-
Deja el gimnasio y ve a tomar una copa con los amigos.
Si estamos hablando de un día especial, no es grave. Pero ir con tus amigos todas las semanas a tomar una copa seguida de una cena no es una elección inteligente. El hecho de que hayas entrenado duro no significa que puedas cometer todos los excesos ahora.
El alcohol es calórico y no tiene nutrientes para reemplazar lo que perdió en el entrenamiento. Además, tiene moléculas tóxicas que sobrecargan el hígado, que se encargará de metabolizar el alcohol olvidando importantes hormonas para la construcción de los músculos y la recuperación post-entrenamiento. Por último, pero no menos importante, el alcohol potencia la deshidratación, algo particularmente grave después de una actividad física intensa.
-
No hay descanso
Dormir demasiado poco para ir al gimnasio temprano es otro error que no garantiza la pérdida de peso o la recuperación de la masa muscular. El período de sueño y relajación es esencial para la pérdida de peso, la saciedad, contribuyendo a la reducción del estrés y también a su resistencia y capacidad para las actividades físicas.
-
Pasa el día siguiente en el sofá
El día después de un entrenamiento intenso, por mucho que quieras estar todo el día en el sofá viendo la televisión, contrarresta la pereza. No se trata de hacer grandes esfuerzos, sino de moverse un poco, aunque sólo sea para ir al supermercado. Las actividades livianas, como una simple caminata, son excelentes para ayudar en la recuperación posterior al entrenamiento porque mantienen la circulación de la sangre.