En un momento en que todas las opciones de alimentos cuentan tanto para el medio ambiente como para la salud, la leche sigue dividiendo las opiniones. Un informe reciente de The Guardian ha afirmado que el aumento del consumo de leche de almendras, la alternativa vegetariana más saludable a la leche de vaca, está matando a millones de abejas en los Estados Unidos, el mayor productor mundial de esta bebida.
Sólo en los últimos cinco años, el consumo de este nuevo alimento favorito ha aumentado un 250% sólo en los EE.UU. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que las consecuencias para el medio ambiente se están volviendo difíciles de controlar.
Este crecimiento de su producción ha dado un gran impulso a la industria de la almendra, que a su vez está ejerciendo presión sobre las abejas y el proceso de polonización en California. Según varios expertos, la abeja de la miel lleva años en problemas, pero las últimas cifras indican que la situación es aún más grave.
Como informa el diario británico, ha habido millones de muertes de abejas en sólo unos meses. «Es como si estuviéramos enviando abejas a la guerra», reza el titular, citando al científico Nate Donley. Dennis Arp, apicultor estadounidense, también citado por The Guardian, dice que «mi patio está ahora lleno de montones de cajas de abejas vacías que solían tener colmenas sanas.
Esto se debe a varias razones, empezando por el hecho de que los almendros se polinizan durante el invierno, lo que obliga a las abejas a romper el ciclo de hibernación habitual unos meses antes, concentrándose en zonas geográficas demasiado pequeñas y en condiciones adversas y con menos flores como fuente de alimento.
Además, varios apicultores alquilan sus abejas para la polinización de los almendros, lo que se ha convertido en un reto. Muchos hablan del uso de pesticidas en la producción de almendras, lo que también explica el aumento de estas muertes, especialmente en California, que produce más del 80% de la leche de almendras que llega al mundo.