La contaminación sonora es un problema que va aumentando y afecta la vida de las personas. Además, es el causante de algunas pérdidas auditivas. El ruido es un enemigo invisible no se puede oler, ni tocar, ni ver; este tipo de contaminación genera más quejas que cualquier otra forma de contaminación.
En este artículo explicaremos ¿Qué es la contaminación sonora? ¿Cómo afecta la exposición a ruidos constantes?; y algunas sugerencias para que te protejas de los efectos del ruido.
¿Qué es la contaminación sonora?
Se conoce como contaminación sonora a cualquier sonido o ruido indeseable que causa molestia o perjudica el oído. Algunos expertos definen la contaminación sonora como el ruido excesivo cuando perturba la paz, tranquilidad y convivencia de cualquier persona. Esto es algo que no se debe tomar a la ligera; pues este tipo de contaminación puede causar pérdidas auditivas permanentes.
Es cierto que los grados de tolerancia al ruido varían mucho de persona a persona; así que quizás te preguntes: ¿Quién determina cuánta molestia causa un sonido?; aquí cada persona tiene la libertad de escoger hasta qué grado puede soportar un ruido.
El oído es un órgano sensible; por eso la exposición prolongada a sonidos fuertes le causa daños permanentes. Especialistas aconsejan que no vale la pena pagar un precio tan alto por escuchar música a un volumen excesivo; o también trabajar con maquinarias ruidosas sin la protección adecuada.
Es cierto que no todo el mundo reacciona igual a los sonidos intensos; pero está comprobado que la exposición continua a sonidos por encima de los 80 o 90 decibeles puede ocasionar sordera gradualmente. Incluso se ha comprobado que algunos auriculares sobrepasan los 120 decibeles.
¿Qué consecuencias tiene la exposición al ruido constante?
Los ruidos continuos bien sea de nivel moderado o alto producen estrés, fatiga y hasta irritabilidad. Un ruido atormentador puede agotarte física y emocionalmente; incluso un estudio que se realizó en una universidad de Alemania reveló que la contaminación sonora puede afectar la personalidad de una persona.
Esto se debe a que el afectado siente odio, venganza o incluso deseo de asesinar a la persona culpable de generar un ruido constante y molesto; bien sea un vecino o familiar. Por otra parte, la exposición a ruidos intensos produce consecuencias en la sangre. Una persona que se expone a sonidos que superan los 85 decibeles se expone a que los vasos sanguíneos se le estrechen; disminuyendo así el flujo de sangre hacia los órganos corporales vitales.
El cuerpo también reacciona produciendo hormonas que elevan la presión sanguínea y aumentan los latidos del corazón. Dicha exposición también puede perturbar el sueño; causando así fatiga y poco rendimiento en la vida diaria.
¿Cómo protegerse de esta contaminación?
Si el ruido es excesivo en tu trabajo, existen varios métodos para la protección auditiva. Muchos optan por utilizar los cascos insonorizantes que protegen los oídos de la exposición a ruidos elevados.
También es recomendable el uso de tapones para los oídos; estos tienen que ser del tamaño adecuado y siempre contar con las medidas de higiene. Ahora, para aislar de tu hogar el ruido exterior, puedes seguir estos sencillos pasos:
- Primero: revisa las paredes y el suelo para detectar cualquier agujero que puedas rellenar; verifica que los enchufes estén fijos.
- Segundo: para evitar que el ruido penetre por las puertas y ventanas, puedes usar doble acristalamiento de las ventanas. También puedes pegar una tira fina de material esponjoso en los marcos de las puertas. Este consejo puede funcionar perfectamente para aislar el ruido de tu hogar, oficina o dormitorio.
Muchas personas no consiguen respiro debido a que la contaminación sonora les genera un estrés constante. En este artículo analizamos las peligrosas consecuencias cuando el oído se ve expuesto a sonidos intensos. Y si tienes que enfrentar este problema, puedes poner en práctica estos consejos para aislar el ruido de tu vida.