Organizar un espacio de trabajo colaborativo puede convertirse en un reto, y aún más si no conoces completamente al equipo que les conformará. Cada persona tiene un pensamiento distinto, por lo que es indispensable recrear un ambiente en donde las ideas puedan fluir y trabajar de forma sistemática.
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¿Qué tomar en cuenta para organizar un espacio de trabajo colaborativo?
Trabajar de manera conjunta en un mismo espacio es algo usual dentro del mundo de los negocios. No obstante, para que puedan desempeñar una gran labor, de alta calidad y aumentar el índice de productividad se requiere algo más que la interrelación de los participantes.
Efectivamente, el ambiente en donde se hace vida en las relaciones laborales es un factor de influencia que no se suele considerar, sin embargo, es indispensable. Si existe un espacio de trabajo profesional en donde cada una de las partes involucradas puedan dar su punto de vista, podrá enriquecerse de forma satisfactoria quien participe en intercambio.
De modo que, si quieres organizar un espacio de trabajo colaborativo, haz de cuenta lo siguiente. Antes de llenar la sala con alguna clase de mobiliario, observa. Las dimensiones del espacio, el color de las paredes, si existen ventanas, la altura de las lámparas, si existen posibilidades de instalar pizarrones, etc.
Mobiliarios que pueden ser de utilidad dentro de estos ambiente
Recuerda que debes aprovechar todo el entorno de la mejor manera. De modo que lo más conveniente sería utilizar grandes mesas corridas, que permitan generar confianza y relación entre los compañeros de trabajo codo a codo. Asimismo, las sillas implementadas deben ser cómodas y con soporte, siempre busca la ergonomía.
Al organizar un espacio de trabajo colaborativo también se deben tomar en cuenta espacios funcionales para archivar. Con un par de estantes, ficheros o armarios es suficiente para tener un completo orden sobre el material que disponen. Algunas mesas comprenden de cajoneras, lo que puede ser útil para los empleados para contar con un espacio propio.
Acércate a dar una vista a la naturaleza
Si el local en donde llevan a cabo las reuniones de trabajo tienen a disposición ventanas, lo ideal sería que estas no dieran directo contra una pared. Lo mejor es que la vista que tuvieran fuera de un panorama amplio, pero en caso de suceder lo anterior mencionado, puede aplicarse el uso de cortinas o persianas de colores neutros.
A su vez, los pequeños toques verdes nunca quedan fuera de lugar. Tener algunas plantas decorativas naturales o artificiales le dará a la sala de trabajo un mejor energía y frescura a quienes desarrollan su jornada allí. Cabe destacar que ellas se deben adecuar al clima y ser fáciles de cuidar, porque más que un aporte puede convertirse en responsabilidad.
La iluminación es un factor clave para la productividad de un equipo
Este sería el último factor a considerar para organizar un espacio de trabajo colaborativo, y es la cantidad de luz, el color y la intensidad de la misma. Si se compara, la luz del día llena de energía a cualquier persona que le perciba, sin embargo, si el resplandor es demasiado puede resultar agobiante y cegador.
Lo mismo sucede con esta clase de espacios. Lo mejor para los espacios de trabajos es utilizar luz blanca, que no distorsiones los colores, pero que al mismo tiempo otorgue un mejor ánimo a quienes se encuentren allí.