En el año 1953, un joven que fue conocido como un paciente H.M., fue sometido a una cirugía experimental. Con el propósito de tratar sus convulsiones incesantes y agotadoras, un cirujano extrajo parte de su cerebro, incluyendo la parte llamada hipocampo, y tiempo después notaron que las convulsiones cesaron.
Desafortunadamente cuando el paciente despertó de la cirugía, ya no podía crear nuevos recuerdos de largo plazo, a pesar de mantener las habilidades cognitivas, la memoria de corto plazo y el lenguaje normal.
El estado del paciente H.M. reveló que la capacidad cerebral para crear nuevos recuerdos de largo plazo es un proceso diferente que depende únicamente del hipocampo. En ese proceso, los científicos descubrieron dónde se forman los recuerdos. Sin embargo se desconoce completamente cómo se forman.
En búsqueda de más evidencia
Actualmente, los neurocientíficos de la Facultad de Medicina de Harvard se encuentran en constante estudios para encontrar y comprender la biología del cerebro en especial la memoria a largo plazo y hallar las mejores formas de intervenir durante los problemas de memoria que van empeorando con la edad o la enfermedad.
En un informe divulgado en Nature, detallaron un mecanismo, actualmente identificado, que las neuronas encontradas en el hipocampo de un ratón adulto se usan para regular las señales que vienen de otras neuronas, en un procedimiento que parece crítico para la fijación y la recuperación de la memoria.
Los expertos observaron que las nuevas poblaciones activas y dispersas de neuronas dentro del hipocampo forman dos genes: Scg2 y Fos. Estos dos genes hacen que las neuronas ajusten las entradas de las conocidas interneuronas inhibitorias, un tipo de células que atenúan la excitación neuronal.
Pueden crear redes constantes con actividad regularizada
De esta forma, grupos pequeños de neuronas dispares pueden crear redes constantes con actividad regularizada como respuesta a una experiencia.
“Este componente posiblemente ayuda que las neuronas se comuniquen entre sí, de modo que cuando sea necesario recordar un recuerdo, automáticamente las neuronas se activan de forma más sincrónica”, expone Lynn Yap, dirigente del estudio. “Consideramos que la activación eventual de este circuito intervenido por el gen Fos es una característica precisa para la fijación de la memoria, por ejemplo, está presente durante el sueño, y la recuperación progresiva de la memoria en el cerebro después de ciertos daños causados”.
Para crear recuerdos, el cerebro debe relacionarse de alguna forma a las neuronas para que, cuando estas se activen, se pueda recordar rápidamente esa experiencia inicial.
En este ensayo, los investigadores plantearon explorar este procedimiento observando el gen Fos. Llegando a la conclusión de que este gen se presenta minutos después de la activación de una neurona.