Nunca falla. El auge de los videojuegos grupales se dispara con la llegada de la navidad. Es por ello que retomamos el análisis de un título que, aunque salió al mercado hace un año, sigue siendo líder en su categoría. Se trata de Poker Club, la apuesta de Ripstone Games que tantas horas de diversión, potentes gráficos y realismo nos ha facilitado en estos últimos doce meses.
La compañía, que es experta en crear videojuegos sobre póquer, como pudimos comprobar con Pure Hold’em hace seis años y con Poker Mega Pack allá por el 2018, ha invertido esta vez en recursos visuales de primer orden: el matrimonio dado entre el uso del 4K y la tecnología de Unreal Engine 4, una combinación que da como resultado la apariencia hiperrealista del juego. Estas características consiguen que la simulación con respecto al plano físico esté a la altura de las mejores salas de poker online, especialistas en desarrollar entornos virtuales intensamente definidos. De hecho, estas plataformas digitales invierten sobre todo en conseguir que el usuario viva una experiencia inmersiva a partir de elementos como la interacción con crupieres de verdad, mesas de juego gráficamente muy naturales y efectos de sonido propios de los casinos reales.
Poker Club profundiza además en un aspecto clave para aquellos jugadores poco habituados a una temática como esta. El juego trae consigo un tutorial especialmente didáctico que aborda recomendaciones adaptadas a cada usuario y, entre otras cosas, cuestiones relativas al reglamento y los pronósticos de cada partida. Este asesoramiento está pensado no sólo para ser empleado como recurso de cara al aprendizaje, sino como una herramienta perfecta para sacarle todo el partido a cada una de las sesiones.
Otro de los grandes atractivos del juego es el reto de superación que plantea, y es que cuenta con un modo carrera que permite arrancar desde la categoría más elemental hasta ir progresando poco a poco para llegar a ser uno de los jugadores destacados del campeonato. Esta aventura escalonada viene enriquecida con una historia de fondo que consigue que la experiencia logre un tono más realista. El jugador empieza a adentrarse en el mundo del póquer a través de los bajos fondos de la ciudad y participa de lleno en un relato salpicado de obstáculos por superar.
Más allá del modo carrera, este título de Ripstone Games ofrece un extenso repertorio de torneos, todos ellos diseñados para exprimir al máximo la jugabilidad y con sesiones online de hasta doscientos participantes. Así, este título propone partidas con características propias, como por ejemplo los campeonatos en los que se obtienen premios por cada oponente derrotado, o las rondas clasificatorias y las partidas con más de una mesa. Las opciones son muy variadas, por lo que se genera un ambiente de entretenimiento constante, siempre en contra del aburrimiento.
Con Poker Club encontramos la posibilidad no sólo de jugar de manera individual contra otros oponentes, sino también la de formar equipo con otros usuarios con los que afrontar las diferentes pruebas que irán surgiendo a lo largo del juego. Se trata de una modalidad grupal de la que se pueden obtener beneficios de suma importancia para que el avatar se mantenga en plena forma.
Desde Ripstone tienen claro que con una pieza como esta los amantes del póquer disfrutan de la oportunidad de ponerse en la piel de un jugador profesional, transitando por todo tipo de salas y eventos. Poker Club está disponible para PS5, PS4, Nintendo Swirch, PC y Xbox, y permite el juego onine entre usuarios de distinta videoconsola. Sin duda, la idea pasa por construir la gran plataforma virtual del póquer.