Más de 124 millones de niños y adolescentes de todo el mundo eran obesos en 2016, es decir, 11 veces más que hace cuatro décadas, según un informe publicado hoy por las Naciones Unidas y la revista The Lancet.
La exposición de los niños a los anuncios y comerciales sobre comida chatarra y bebidas azucaradas se asocia con una mala elección de alimentos y con el sobrepeso o la obesidad.
En cuanto a la contribución de la comercialización a la obesidad infantil, el informe sugiere que en algunos países los niños ven unos 30.000 anuncios de televisión en un solo año.
«La autorregulación de la industria ha fracasado», dice Anthony Costello, uno de los autores del documento, producido por la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y la revista científica The Lancet.
Los autores señalan con el dedo lo que consideran «prácticas de explotación» de la industria de comercialización, que promueve la «comida rápida» o las bebidas azucaradas.
Otra preocupación expresada en el documento es la exposición de los menores a la publicidad y la comercialización sobre el consumo de alcohol y tabaco. Por ejemplo, en Australia los niños y adolescentes siguen expuestos a más de 50 millones de anuncios de bebidas alcohólicas durante un año en las transmisiones televisivas de deportes como el fútbol, el cricket o el rugby.
También en los Estados Unidos, la exposición de los jóvenes a los anuncios electrónicos de cigarrillos o «vaping» ha crecido en un 250% en dos años, y la publicidad ha llegado a más de 24 millones de menores.