Un abogado y dramaturgo británico dijo una vez esta hermosa frase: “Pienso que, si hubiera sido mujer, usaría café como perfume”. Y la realidad es que el café de finca es de una exquisitez tan exclusiva, como lo es cada mujer que existe. Y así se demuestra; porque el objetivo actual de la producción de este delicioso café, es destacarlo naturalmente gracias a diversos elementos que lo hacen único, especial e irrepetible. Y tú, ¿qué esperas? Deléitate con este exclusivo café.
El café de finca proviene de una tierra, hacienda y finca concreta, muy bien definida. Y más allá de eso, es aquel único tipo de café o grano sembrado, cuidado, mantenido y cosechado por un meticuloso y detallista productor; en una estación particularmente bien escogida. Esos granos de café poseen un sabor, aroma y cuerpo netamente exclusivo para ese lote de siembra y cosecha.
Porque ninguna cosecha de café de finca es igual a la anterior o parecida a la siguiente. Cada cosecha que es producida, tiene su propia identificación singular. Sigue leyendo y visualízate disfrutando de un agradable momento saboreando un exclusivo café de finca.
Qué es un café de finca
La popularidad mundial del café va apostando por estándares más elevados. Ya no basta simplemente con conocer su aroma, su acidez, su cuerpo, su proceso de producción u origen. Y es en esa búsqueda de mayor calidad, exquisitez y originalidad del producto, que el café de finca va posicionándose como uno de los mejores cafés que existen. Porque este café no guarda ninguna relación con el café blends, ni tampoco con las mezclas de café.
Al contrario, el café de finca es un grano de una variedad ya estipulada que se convierte en un café especial; porque proviene de una zona geográfica muy delimitada. Es el lote de café cosechado en una época específica del año y con un proceso de calidad meticuloso. Esto incorpora al grano peculiaridades que lo distinguen de cualquier otro café. Ya que su historia se puede conocer desde la selección de la semilla hasta la degustación final del producto.
El comercio actual y la demanda de productos nuevos, diferentes y exclusivos, ha resultado en que el café de finca se destaque sobre otros tipos de café. Y es que sobresale en opciones; desde lo tradicional y seguro, hasta los que te llevan a explorar nuevas sensaciones, conexiones olfativas y gustativas que te trasladan a una aventura única y muy personal. Y tú, ¿qué crees que hace al café de finca tan especial? Sigue leyendo y déjate seducir lentamente.
¿Qué lo hace tan especial?
Al escoger un café de finca te internas en la aventura de conocer su procedencia y la historia de su cultivo. Percibes la conexión especial de la tierra y el agricultor, lo que conlleva la escogencia de una excelente variedad de café; la elección del grano ideal. Visualizas el hermoso proceso de la siembra en un lugar definido y estratégicamente escogido; en una época específica del año para garantizar el éxito de la cosecha, y una recolección natural.
Al elegir un café de finca disfrutas al máximo su aroma, sabor, cuerpo, acidez y la energía de su labranza. Además, mundialmente hay un interés muy especial por reconocer el trabajo, el esfuerzo y el excelente resultado de un producto, ya sea este algún alimento, una bebida o un excelente y específico lote de café de finca. Esto da mayores oportunidades a los pequeños productores para dar a conocer la maravillosa calidad de sus productos e incluso otros sabores, texturas, aromas y cuerpos que pueden destacar en diversos lotes de café.
Por eso, el café de finca es una excelente opción para disfrutar de una bebida energizante, estimulante y tan exquisita que evoca rápidamente a una hermosa mujer.